lunes, 22 de julio de 2013

SEMANA TRÁGICA (F. Gualtieri)




Oh, histriónico cretino!
oh, satánico bribón!
los clarines tocan notas de vibrantes clamoreos
preanunciando los derrumbes de tu casta y tu sistema
y ni leyes, ni poderes
ni las fuerzas equipadas
podrán nunca detener
la avasallante cometida
de la próxima revuelta proletaria
que fermenta en muchos pechos
ya cercana a reventar.
Barricadas
a millares se alzarán por esas calles
y a la música infernal de los fusiles
y a la voz alentadora
de la brava dinamita
reventando en arsenales
en palacios y en conventos
y doquier hay fuerza viva
defendiendo el tambaleante
simbolismo gubernal.
Verás rostros encendidos,
verás testas desgreñadas,
verás ropas destrozadas,
empapadas en la sangre
de su mismo cuerpo herido.
Verás puños levantados,
verás dientes afilados,
verás ojos llenos de odio
escrutando tu forteza
para ver si tu carroña
aún resiste a los embates
de la furia popular.
Para ti no habrá perdón,
para ti no habrá piedad.
Tus infames fechorías
no se borran, no se olvidan
ni se dejan de saldar.
Mefistófeles infame,
traficante de conciencias obreriles,
inservil, degenerado, libertino,
licencioso, disoluto, pervertido,
buhonero miserable
sin conciencia y sin pudor.
Vil chupóptero insaciable
de la sangre dulce y pura
de este pueblo laborioso.
Vil criatura indecorosa
que no vales lo que vale
el defecado de un obrero.
Hombre triste,
hombre malo,
hombre inútil,
hombre inmundo,
pernicioso, testaferro,
larva fétida y biliosa.
Yo te lanzo la blasfemia
de este siglo,
yo compárote al infame papa negro de la Rusia,
yo te aplasto con la carga miserable
de otro nombre
yo te llamo, tenlo en cuenta,
con el nombre más inmundo,
yo te llamo:
¡Rasputín!